Entradas populares

martes, 25 de octubre de 2011

el pozo de las animas


domingo 12 de diciembre de 2010

Mendoza, El Pozo de las Ánimas


Lleno de enigmas, mitos y leyendas, el Pozo de las Ánimas siempre nos despertaba curiosidad al verlo en numerosas ediciones turísticas de la provincia de Mendoza.


Ubicado junto a la ruta provincial Nº 222, muy cerca del arroyo Las Amarillas, el llamado Pozo de las Ánimas está rodeado por  montañas donde,  al golpear,  el viento produce una especie de silbido que da origen a distintas leyendas transmitidas por los viejos pobladores con toda su carga de misterio y superstición.




El pozo era llamado por los habitantes originarios de la zona "Trolope-Co" (agua de los muertos  o agua del gritadero de las ánimas),  y la tradición del lugar cuenta que es el lugar donde van a rezar  y  llorar las almas que andan en pena por las montañas...

LA LEYENDA:   Como era común entre los pueblos que habitaban de uno y otro lado de la Cordillera de los Andes, se había producido una diferencia en las relaciones y un grupo del lado chileno, gente de costumbres aguerridas, estaban persiguiendo a un reducido numero de pobladores de la zona de Los Molles.


La noche fue extendiendo su manto y ya en plena oscuridad los perseguidos advirtieron que no se oían más los gritos de sus enemigos, luego de tomar recaudos, por si se trataba de una treta de sus rivales, retornaron hacia sus moradas, dando algunos rodeos. 


Al día siguiente, con las primeras luces, volvieron al lugar hasta donde había finalizado la persecución y retomaron sobre sus pasos del día anterior, a poco de andar comenzaron a oír algunos sonidos de lamentos que les llamó la atención. Con cautela continuaron avanzando y con gran sorpresa se encontraron con dos enormes pozos que se habían hundido bajo los pies de sus perseguidores, en el fondo se encontraban los cuerpos moribundos de sus enemigos y los gemidos que surgían de las profundidades asustaron a los observadores, quienes desde ese momento veneraron la formación que los había salvado dándole el nombre de "lugar en que lloran las ánimas"


Lo cierto es que se trata en realidad de dos depresiones, divididas entre sí por una frágil separación. 



El primero de ellos es una enorme cavidad que se encuentra detenida en su proceso de erosión, en sus paredes se han ido fijando algunos vegetales y  su fondo se encuentra cubierto de agua.



El segundo pozo es de características impresionantes, por su tamaño y por los constantes derrumbes que se producen, con sus paredes cortadas casi a pique, que deja ver grandes piedras casi colgadas a punto caer en las heladas aguas que cubren su lecho.


El 19 de diciembre de 1981, un equipo integrado por buzos, científicos, gendarmes, deportistas y periodistas, lograron realizar con éxito el descenso de 12 personas a la laguna, donde trasladaron un bote de goma y equipos de buceo con el fin de realizar estudios científicos en el lugar.


Gracias a aquellos trabajos se pudo determinar que el diámetro del pozo mayor es de aproximadamente 200 metros, la profundidad hasta el agua es de unos 80 metros y la profundidad del agua alrededor de 21 metros  desde la superficie hasta el fondo del cono.



Bastó con detenernos unos minutos para escuchar el sonido del viento jugando caprichosamente dentro de los pozos e imaginando las caras de miedo de aquellos ficticios aborígenes,  para algunos la leyenda seguía viva,  en cambio para otros,  pasaba  inadvertida...

lunes, 22 de agosto de 2011




hombre lobo


la llorona

diferencias entre mito y leyenda

En el mito todo es estimado como verdadero. En la leyenda se combinan verdad y ficción. La palabra procede del latín medieval legenda y significa ‘lo que ha de ser leído’.
La leyenda suele ser un relato maravilloso que algunas veces tiene origen en algún evento histórico, pero que suele estar enriquecido por numerosos elementos fantásticos. Es una producción literaria de creación colectiva sobre la existen diferentes versiones. Muchas de ellas han llegado a nuestros días incluso como auténticas piezas literarias.  La leyenda es una narración tradicional o una colección de narraciones relacionadas entre sí que parte de situaciones históricamente verídicas, pero que luego puede incorporar elementos ficcionales.
El mito describe más claramente una historia que guarda una estrecha relación con lo religioso. En efecto, posee componentes alegóricos evidentes que refieren a una fuerza de tipo creadora o mágica que forma parte vital de la tradición que los genera. Los mitos, tienen así, una influencia importante dentro de las costumbres de una sociedad.
El mito es una narración que, desde un lenguaje simbólico, recupera los orígenes, el mundo en su inicial creación divina. Así, el mito alude generalmente al nacimiento del universo o al tema de cómo fueron creados los seres humanos y animales, o cómo se originaron las creencias, los ritos y las formas de vida de un pueblo. Para las culturas arcaicas donde el mito emerge éste siempre es vivido como verdadero. El mito es vera narratio, narración verdadera de lo real



miércoles, 27 de julio de 2011

la pata sola
Se cuenta que fue una mujer infiel que al ser castigada por su marido perdió un pie y fue desterrada para siempre a vagar sola. Esto la llenó de odio y resentimiento hacia la humanidad. Goza de poder en las noches y vive vagando en los caminos persiguiendo a los hombres trasnochadores a quienes engaña mostrándose como una mujer bella para luego mostrar su verdadera imagen. Se le puede oír en las noches arrastrando el peso de su cuerpo sobre la pierna buena.
Tonatiuh, el Dios Sol, vive con su familia en el cielo 13 en el que no se conoce la oscuridad ni la angustia...El hijo de Tonatiuh era el príncipe Izcozauhqui a quien le encantaban los jardines. Un día el príncipe oyó hablar de los vergeles del señor Tonacatecuhtli. Curioso fue a conocerlos. Las plantas parecían más verdes y los prados frescos y cubiertos de rocío. Al descubrir una laguna resplandeciente se acercó con presteza y al hacerlo, se encontró con una mujer que salía de las aguas ataviada con vestidos de plata. Se enamoraron de inmediato ante el beneplácito de los dioses. Pasaban el tiempo juntos, recorrían un cielo y otro. Pero los dioses les prohibieron ir más allá de los 13 cielos.  Los enamorados conocían el firmamento. La curiosidad por saber qué había bajo de él hizo que descendieran a conocer la tierra. Allí la vida es diferente. El sol no brilla todo el tiempo, descansa por las noches. Hay más colores, texturas, sonidos y animales que en todos los cielos recorridos.  Los príncipes, al descubrir que la tierra es más hermosa que los paraísos celestiales decidieron quedarse a vivir en ella para siempre. El lugar escogido para su morada estaba cerca de un lago, al lado de valles y montañas.  Los dioses, furiosos por la desobediencia de la pareja, decidieron un castigo. La princesa enfermó repentinamente, fueron vanos los esfuerzos de Izcozauhqui por aliviarla. La mujer supo que esa era la sanción de los dioses, Tonatiuh se lo hizo saber con sus abrasadores rayos. A ella no le permitirían vivir.  Separándolos, con su muerte, para siempre. Se lo dijo al príncipe, le pidió que la llevara a una montaña con el fin de estar junto a las nubes, para que, cuando él regresara con su padre, pudiera verla más cerca desde el cielo. Fueron sus últimas palabras, después se quedó quieta y blanca como la nieve.  El príncipe con su preciosa carga a cuestas caminó días y noches hasta llegar a la cima de la montaña. Encendió una antorcha cerca de ella, la veló, como si la princesa durmiera.  Izcozauhqui se quedó junto a ella, sin moverse, hasta morir. Ella se convirtió en la mujer dormida (Iztaccíhuatl) y él en el cerro que humea (Popocatépetl).
]
Dice Milagros Palma en su obra "La mujer es un cuento", al referirse a este popularísimo mito:
"Cuentan que la Llorona es el alma en pena de una mujer despojada de sus hijos, por eso su llanto errabundo. En algunos relatos aparece una mujer enloquecida quien no aguantó la miseria, acabando con ella y sus hijos. Entonces el alma quedó vagando por los pueblos, preguntando por sus hijos y lamentando su tragedia".
La Llorona es pues, independientemente de las circunstancias y variantes que cada región le de a su identidad, un mito genérico de los que personifican a un espíritu de una madre en pena.
Simboliza el castigo al proceder de algunos padres que de forma irresponsable y sin medir las consecuencias de sus actos, conciben los hijos para luego evadir sus obligaciones, recurriendo al aborto, como si la criatura por venir fuese la culpable de sus errores.


Se trata de un personaje que vivió en épocas pretéritas en diferentes pueblos del Huila. Era un enigmático hombre que vestía de negro y se ponía un gran sombrero del mismo color, montaba un brioso caballo también negro que se confundía con la noche, no hablaba con nadie y a nadie le hacía daño; aparecía y desaparecía como por encanto.
Físicamente se le describe como un hombre maduro, con un sombrero grande, bien vestido, de rostro sombrío y en actitud de observación permanente.
En el libro Mitos y Leyendas de Colombia, de Iván Salazar Duque, se hace referencia al a trilogía del vestido negro, así:
Fue famoso en Medellín en 1837, cuando recorría todas las calles. Aparecía cuatro o cinco viernes seguidos, volvía a aparecer uno o dos meses después. Parece que fuera el sombrerón, el espanto propio de Medellín.
Se aparecía de improviso y de improviso también volvía a desaparecer. Solía hacer sus mas frecuentes apariciones los días viernes en especial los de cuaresma y el viernes santo.
Hacía sus galopantes y ruidosas apariciones silbando, rastrillando su mula y dejando oír el arrastrar de las cadenas de sus perros por casi todas las calles empedradas de Medellín antiguo, (1800 a 1900).
Hay crónicas también de sus andanzas por pueblos del suroeste como Andes, Bolívar y Jardín y por los poblados a orillas de los ríos San Juan y Baudó.
En otras regiones colombianas como el Tolima, el Huila y al oriente del Valle del Cauca, se le denomina como El Jinete Negro, y se le describe en forma muy similar a como hemos descrito hasta aquí.


Es la reina de los bosques espesos. La describen como una mujer corpulenta, elegante, vestida de hojas y musgo. A los hombres perversos los castiga: los embolata en el monte y los pone a caminar durante horas. Cuando se baña en la parte alta de los ríos siembra en ellos enfermedades y plagas. El mito es conocido en Brasil, Argentina y Paraguay con nombres como: Madreselva, Fantasma del monte y Madre de los cerros.
La Madre Monte persigue con saña a los que son dados a discutir maliciosamente por linderos y que destruyen las alambradas de sus vecinos y colindantes; es una asidua defensora de los limites correctos de las propiedades. Castiga a los que roban, a quienes andan en aventuras amorosas pervertidas y a los que osadamente invaden el corazón de sus enmarañadas arboledas.
Su influencia se manifiesta por una especie de mareo o alucinación mediante la cual la víctima ve todos los lados del monte idénticos lo que le hace imposible encontrar la salida. Pocos han visto su imagen.
Dicen que para librarse de las acometidas de la Madremonte es conveniente ir fumando un tabaco o con un bejuco de adorote amarrado a la cintura. Es también conveniente llevar pepas de cavalonnga en el bolsillo o una vara recién cortada de cordoncillo de guayacán; sirve así mismo, para el caso, portar escapularios y medallas benditas o ir rezando la oración de San Isidro Labrador, abogado de los montes y de los aserríos.


Tiene la figura de una mujer hermosa, sensual, de penetrante mirada y agresiva actitud. Vive rodeada de culebras que semejan bejucos, camuflada en lo más oscuro de la selva, atalayando a los hombres para embrujarlos con su mirada, atraerlos hacia ella y satisfacer sus apetitos sexuales.
Dicen además, que era una mujer infiel a su esposo, quien al encontrarla con otro hombre, le cortó una pierna y se la entregó a su amante, luego la tomó, la llevó al centro de la selva y allá la dejó abandonada para que muriera lentamente y pagara por su infidelidad.
Empero, el prodigio de la selva no le permitió morir, su cuerpo sufrió varias mutaciones: perdió sus genitales, su única pierna quedó convertida en las garras de un oso y sus manos se alargaron de una forma grotesca. Como es de suponer, se dice que este personaje fue inventado por los hombres celosos para asustar a sus esposas infieles, infundirles terror y, al mismo tiempo, reconocer las bondades de la selva.



Esta es una de las más tradicionales narraciones de nuestro país, cuya ubicación no ha sido exactamente establecida ya que para muchos pertenece a la tradición de los andes huilenses, para otros al Departamento del Tolima y hasta de la región antioqueña razón por la que se le conoce con diversos nombres, tales como: El Mohan de Yarumal, El muan, El Tigre Mono, El Mohan del Tolima, entre otros.
Se le define como un ser de aspecto monstruoso, corpulento, de muy larga cabellera con la que cubre la mayor parte de su cuerpo, cara tosca y de miedoso aspecto. Son muchas las versiones que sobre el actuar de este personaje existen, sin embargo, en general, los pescadores de la región andina lo definen como travieso, andariego, buscador de aventuras, maligno, enredador y busca pleito con ellos, mientras que a las mujeres se les presenta como un sátiro, engañador enamorado y sucio.


Cuenta la historia que en El Plato, Magdalena vivió un hombre al que le gustaba espiar a las mujeres cuando se bañaban desnudas. El deseo de tenerlas cerca sin que lo vieran lo llevó a pedirle a un brujo que le preparara una pócima que lo convirtiera en caimán, para poder navegar por el río sin ser visto.
El brujo le hizo dos bebidas, una roja para volverse caimán y otra para ser nuevamente hombre. Cuenta la leyenda que un amigo lo acompañó y cuando lo vio convertido en caimán, dejó caer la botella que contenía la poción para volver a ser hombre. Sin embargo, una gotas cayeron en su cabeza y por esa razón terminó siendo mitad hombre mitad animal. Dicen los pescadores que se aún se aparece en el río asustando a las mujeres hermosas y a las lavanderas.


La Muelona se presenta siempre como una mujer muy hermosa, aunque provista de una enorme dentadura. Se dice que persigue a los hombres incautos, enamoradizos, en los caminos solitarios, mostrándose incitadora como una mujer normal y bonita. De esa forma caen en sus redes y son arrastrados por ella, maliciosamente, hasta un lugar más apartado donde los devora triturándolos con su fuerte dentadura.
Por otro lado, persigue a los enamorados, a los borrachos, a los contrabandistas o a quienes andan en malos pasos y a los que acostumbran viajar solos por los montes.Con su dentadura tritura todo lo que se le atraviese y su poder destructor es tremendo. Muchas veces en la espesura o en la oscuridad solitaria se escucha el macabro triturar de sus molares.
Tomado de Mitos y leyendas de Colombia, escrito por Fabio Mejía Vallejo.

La Diosa Chía es conocida como una de las dos madres principales de la humanidad. Esta era la madre protectora de la diversión, los bailes, la alergia y las artes. Pero la mítica Chia, también conocida como Huitaca, era una mujer tan hermosa como malvada, ya que arrastraba a los hombres a la corrupción y el pecado, se convertía en luna o en lechuza, aprovechando las tinieblas de la noche para llevar a cabo sus propósitos malignos.
halloween;especial;noche de brujas,dia de los niños;espantos;cuentos;leyendas;disfraces;mitos;la llorona;alma en pena;leyendas;